Rector Mayor: «La sonrisa y el silencio ¡Qué fuerzas tan grandes!

Buen día mis amigos y amigas. Les deseo, como cada día, todo bien.

Hoy quiero referirme a algo que es muy sencillo, tanto de ver como de analizar, y de una gran fuerza. Me refiero a la sonrisa y el silencio.

Dice así la frase:

«El silencio y la sonrisa
son dos armas poderosas.
La sonrisa resuelve problemas,
el silencio los evita».

Personalmente pienso que la sonrisa es un don maravilloso con el que el buen Dios nos ha creado. La sonrisa en las personas acerca, aproxima, elimina barreras, frena agresividades, acaricia en sí misma. 

Y el silencio tantas veces es, en mi opinión, sinónimo de prudencia. Qué hermoso cuando en la vida nos encontramos y rodeamos de personas que son, sencillamente, prudentes, hasta el punto que el silencio es una delicada expresión de esa prudencia.

Como tantas otras veces, la propia experiencia, me parece que confirma muchas de las cosas que comentamos. Por mi parte sigo haciendo una puesta firme en favor de esa dulzura de las personas que se expresa en la sonrisa sencilla, bella y transparente, así como en sentirme cómodo, muy cómodo con las personas en quienes se transparenta una prudencia que, con frecuencia, es silencio.

Evitemos sobre todo lo que es contrario a esto. 

Bendiciones. Con afecto. 

Ángel. R.M.