Lugares de Domingo Savio
San Giovanni de Riva de Chieri
Aquí está la casa donde nació Domingo Savio el 2 de abril de 1842. Los padres, Carlos Savio de Ranello de Castelnuovo y Brígida Gagliate de Cerrato de Asti, eran persona sencillas, laboriosas, honestas y de profunda sensibilidad religiosa. Carlos era herrero y Brígida modista. Pero la necesidad de encontrar trabajo los había llevado a san Giovanni.
Interior de la casa donde nació Domingo Savio. Se aprecian las fotografías de su familia y los agradecimiento de las embarazadas. Fotografía: Andrea Cherchi. |
Su pequeña familia es alegrada por el nacimiento de Domingo. En seguida después del nacimiento el niño recibe el bautismo en la iglesia parroquial de Riva. En esta casa los Savio se quedan poco más de un par de años y luego se trasladan a Morialdo, en la municipalidad de Catelnuovo don Bosco (de Asti).
Entrada de la casa donde nació Santo Domingo Savio. Fotografía: Andrea Cherchi. |
En los años ´80 la casa, con la cercana granja, es adquirida por la Familia Salesiana que la transforma en un centro de espiritualidad frecuentado por numerosos grupos, especialmente juveniles, abiertos para confrontarse con los valores que han alimentado la vida humana y cristiana de Domingo y de su familia.
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La casa de Morialdo, donde Domingo Savio vivió 10 años con su familia. Fotografía: Andrea Cherchi. |
En esta casa los Savio transcurren casi diez años. Domingo aprende aquí una sana y profunda educación cristiana en familia.
Viviendo en esta casa realizó su primera comunión a los 7 años y escribió sus conocidos propósitos. Fotografía: Andrea Cherchi. |
A los 5 años, por el capellán don Zucca es invitado a hacer parte del pequeño clero. Domingo es atento y confiable, su fe simple le hace crecer el deseo de recibir la primera comunión en 1849. Tiene apenas 7 años. Los propósitos tomados en esa ocasión marcaron de una forma maravillosa su vida espiritual.
El interior de la casa de Domingo Savio, en Morialdo. Fotografía: Andrea Cherchi. |
En particular el último propósito: “la muertes antes que pecar”, promueven la reflexión de cuantos conocerán su vida y tratarán de imitarlo. Siempre en Morialdo, Domingo tiene la posibilidad de frecuentar los primeros años de primaria, son culminados luego en Castelnuovo y en Mondonio.
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En esta casa Domingo Savio vivió sus últimos días, en el año 1857. Fotografía: Andrea Cherchi. |
Mondonio
En febrero de 1853 Domingo y su familia se trasladan nuevamente y llegan a Mondonio, donde el padre había aprendido muy joven el oficio de herrero con su tío.
El comienzo no es fácil, especialmente en la escuela. Dos compañeros hacen una travesura Meten nieve en la estufa y le echan la culpa a Domingo. Pone al muchacho al centro del episodio.
En este lugar Domingo Savio murió Santo Domingo Savio. Fotografía: Andrea Cherchi. |
El maestro, don Cugliero fue impresionado por su humildad y espíritu de sacrificio. Pero también los compañeros se sienten interpelados, y empiezan gradualmente a admirarlo y a ser conquistados por su disponibilidad y generosidad.
En 1854 Domingo parte para encontrar a don Bosco en I Becchi. Es el encuentro de un “sastre con una tela” que se transformará en “ un hermosísimo vestido para el Señor”.
Desde Turín, durante las vacaciones, Domingo regresa a Mondonio: será apóstol entre sus compañeros, querido por todos. En setiembre de1856 el muchacho interviene misteriosamente al lado de su mamá que está esperando un niño en una situación difícil.
La benéfica intervención de Domingo y de “su escapulario” en el cuello de la madre, llevará a promover la devoción en las mamás como el santo de las cunas, después de su beatificación.
La preparación actual de la casita contextualiza muy bien la vida familiar de los Savio en la mitad de 1800: cocina, habitación de los niños, taller de la madre, taller del papá Carlos.
El corazón de la pequeña casa-santuario es el cuartito en la primera planta donde Domingo murió el 9 de marzo de 1857.
Es actualmente meta acogedora de numerosos grupos y familias deseosas de confiar al “pequeño o más bien al gran gigante del espíritu” sus esperanzas de una vida sana, serena, virtuosa.
Fuente: www.boletinsalesiano.pe
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