Solo la ternura nos devuelve lo más humano que tenemos

¡Ante la dureza cotidiana… solo la ternura nos devuelve lo más humano que tenemos!

 Mis buenos amigos y amigas: Les saludo muy cordialmente. 
Ya he vuelto sobre este argumento, de una u otra manera y ante situaciones diversas. Hoy recojo el mensaje de la fotografía para profundizar en este aspecto: A pesar de haber vivido la belleza de la Navidad, el día a día no siempre es un remanso de Paz. A veces nos encontramos con muchas personas y situaciones crispadas, enojadas, desbordadas.

Y al referirme a la ternura -en el contexto usado por el Papa Francisco para nuestras relaciones humanas-, no me posiciono de manera “sensiblera” sino que llamo la atención sobre lo más esencial de nuestra condición.

Dice la fotografía que “La ternura es eso que vitaliza al viejo, duerme al niño y desarma al hombre”.  

Creo que en definitiva hablamos de esa dimensión esencial a nuestra condición humana, ya seamos varones o mujeres, a la que no podemos renunciar, porque cuando se renuncia, o cuando se ha impedido su crecimiento, perdemos algo muy bello que nos hace vivir de una manera diversa la vida. Y hablo de la ternura como condición de la persona. Después se manifestará de las maneras y modos más diversos, pero en esencia es siempre la misma.

No nos hagamos duros. Ya bastante trabajo hace en esa dirección la 'vida' en su cotidianidad y tejido de relaciones, exigencias, etc. Cuidemos nuestra dimensión más bellamente humana. Y entre tanto, 'sigamos invirtiendo en la propia felicidad y bienestar'. Con afecto. Ángel.