Rector Mayor: «Todos tenemos mucho de diamante»

Saludo de Buenos Días n.º 832




Hoy quiero ofrecerles esta sencilla reflexión, que tiene mucho de convicción personal. Mi convicción es ésta: he ido conociendo en la vida a cientos de personas que son auténticos diamantes forjados a veces en situaciones duras, difíciles, extremas.

Me gustó este mensaje sobre los diamantes, que dice así:

«Un diamante es sólo un trazo de carbón que soportó una presión extraordinaria». Ciertamente es así. Esa es la realidad química que da lugar al paso de simple carbón a un cristal de diamante…

Y pienso lo mismo de nosotros las personas. Créanme mis amigos y amigas: todos tenemos mucho de diamantes, forjados en las más variadas situaciones. 

Muchas veces en situaciones extraordinarias, difíciles y, a veces, exigentes.. Pero siempre prevalece esa calidad humana, ese corazón grande capaz de Perdonar, Esperar, Confiar todavía una vez, Renovar las energías cada día, que cada día dice Sí en su Fe, en su Amor, en su Entrega. 

Todo esto somos nosotros, y debemos valorarnos más de lo que hacemos, porque es mucho más lo bello y hermoso de cada uno que la propia fragilidad.

Enhorabuena mis queridos amigos y amigas DIAMANTES.

Con afecto, Ángel. R.M.