Carta de despedida del P. Mario Villalba
Queridos
Hermanos salesianos
Grupos de la Familia Salesiana
Miembros de las Comunidades Educativo Pastorales
Jóvenes
“En el cumplimiento de la misión, encontramos el camino de nuestra santidad” C.2.
Es realmente difícil encontrar las palabras adecuadas que expresen lo que siento al iniciar esta carta, pero sin lugar a dudas, me invade una desbordante gratitud. Han sido seis años de inmensa dedicación y entrega, para superar obstáculos, enfrentar fatigas y celebrar victorias. Haber vivido junto con ustedes, la experiencia de la pandemia, las incertidumbres que aportó a la realidad como la conocíamos y el volver a construir el día a día después, es algo que marca. Estos años de servicio, han fortalecido mi fe, durante ellos he cultivado la entrega incondicional, nutrido el amor por mis hermanos y hermanas de esta gran Familia Salesiana, he abrazado la alegría que brota de servir, he ampliado mi visión hacia la Iglesia y la Congregación; y, sobre todo, he sentido la presencia reconfortante de Dios y el amor maternal de María.
En primer lugar, elevo mi más sincero agradecimiento a Dios, por permitirme ser instrumento de su Amor y Misericordia durante este tiempo de servicio. Siempre he puesto lo mejor de mí para llevar adelante la misión que se me había confiado, por eso he intentado mantenerme en su Presencia como mi guía y apoyo constante.
Agradezco a todos mis hermanos salesianos por el afecto, su comprensión, su paciencia infinita, su fraternidad sincera, su cercanía constante y su entusiasmo contagioso en el servicio a los jóvenes. Quiero expresar mi gratitud a aquellos que han sido parte del Consejo Inspectorial, durante este periodo que ahora llega a su fin (2018-2024). En este momento de gracia por la preparación para el CG29, les invito y me invito, a que sigamos profundizando en nuestra identidad religiosa salesiana, siendo fieles al lema de ser “salesianos apasionados por Jesucristo, dedicados a los jóvenes”. Que nuestra valentía y vigilancia nos lleven por el camino de la fidelidad al Señor.
Mi gratitud se extiende a todos los jóvenes y a la Familia Salesiana, por sus oraciones constantes, su apoyo incondicional y su cercanía solidaria. Del mismo modo valoro y agradezco a los laicos que colaboran en la experiencia de fe y corresponsabilidad en las Comunidades Educativo Pastorales y en los diversos consejos parroquiales, en la espiritualidad y en la misión salesiana.
Elevo mis oraciones por el P. Néstor Ledesma, quien toma la posta, asumiendo la responsabilidad de Padre Inspector, deseándole que María Auxiliadora lo guíe y sostenga en esta misión, tan hermosa como delicada, que ahora emprende.
Con el corazón lleno de profunda gratitud, me despido, con la certeza de que la semilla sembrada durante estos seis años dará frutos abundantes bajo el cuidado amoroso de Aquel que la buena obra empezó y nos llama a servir con entrega generosa.
Nos confiamos a María, humilde sierva en la que el Señor hizo obras grandes, para que sepamos ser entre los jóvenes, testigos del amor de su Hijo.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS A TODOS,
Fraternalmente en Don Bosco.
P. Mario Villalba
Padre Inspector
Asunción, 30 de julio de 2024