Un App para la felicidad: la Amabilidad

 Cuando conocemos bien a la gente queremos estar con ellas y nos preocupamos por su felicidad: eso es ser amable.

Cuando se habla de amabilidad pienso luego en mi madre: ella nunca habló de este tema, pero todo lo que ella hizo y hace, para mi crecimiento, da todo el sentido a esta palabra.

Por Diego Almeida, SDB

Oí hablar de la amabilidad en los ambientes salesianos como uno de los pilares de la educación que Don Bosco daba a sus jóvenes. Además de la amabilidad, se hablaba de la razón y de la religión y formaban parte de ese Sistema Educativo que aún hoy sigue vigente entre los Salesianos.

La amabilidad es la base de la educación, es decir, cuando un educador tiene atención al joven, lo oye, lo educa y con delicadeza le enseña, además de educar está siendo bueno con ese joven.

Esta palabra no es común en nuestro vocabulario y mucho menos en nuestra sociedad. Sin embargo, existen señales, testimonios y acciones de que la amabilidad es importante para nuestra vida cotidiana.

Cuando veo a jóvenes que desean ser voluntarios para realizar acciones para los más desfavorecidos de la sociedad, tengo la certeza de que los jóvenes son capaces de motivar, cambiar y valorar a la sociedad para que ésta sea cada vez mejor. Cuando estoy en contacto con estos jóvenes son para mí un ejemplo, y ello me ayuda a comprometerme más en la educación de los más pobres y desfavorecidos.

Es una alegría ver jóvenes comprometidos en las diócesis, parroquias, movimientos, proyectos de servicio social y grupos. Estos jóvenes ganan protagonismo y desarrollan sus dones en favor de los demás, contribuyen de esta manera a hacer crecer la comunidad, y una sociedad más activa y amable.

Los jóvenes, quieren ver una sociedad más animada, más alegre, más justa y mejor. Cuanto más amables somos con el prójimo, nuestra sociedad será más feliz y de esta manera la a vida de todos se volverá mucho más humana.

En nuestros días, todo es tan pasajero y tan veloz, pero los sentimientos siguen siendo duraderos, sólidos y permanentes. ¿Por qué no cambiar las aplicaciones del teléfono móvil por las aplicaciones del corazón? ¿Por qué no cambiar las App por la cercanía con el otro? Cuando conocemos bien a la gente queremos estar con ellas y nos preocupamos por su felicidad: eso es ser amable.

¡Instale el App de la Amabilidad! Por supuesto, tendremos una vida más feliz y haremos cosas maravillosas. 

Fuente: ANS