ONU: La contribución salesiana en la reflexión sobre el trabajo juvenil

ANS | Nueva York - Al margen de la 56ª sesión de trabajo de la Comisión de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (CSocD56), los Salesianos, en colaboración con las Hermanas del Buen Pastor, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la ONG estadounidense para la promoción juvenil "UTEC", organizó una mesa redonda titulada: “La ocupación juvenil: un componente esencial en la lucha para erradicar la pobreza”.

El evento, celebrado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el 30 de enero, fue una de las contribuciones salesianas sobre el macro-tema “Estrategias para erradicar la pobreza y lograr un desarrollo sostenible para todos" que representa el eje prioritario de las políticas de la Comisión para el Desarrollo Social 2018. 

A dicho evento participaron el Inspector de los Estados Unidos Este y Canadá (SUE), el P. Timothy Zak y los representantes de las Casas de Formación, “Don Bosco Community Center”, en Port Chester y  "Don Bosco Cristo Rey" de Washington, así como el P. Tom Brennan, SDB, quien organizó el evento y presentó a la Comisión una intervención escrita sobre el trabajo juvenil, disponible en inglés: http://undocs.org/E/CN.5/2018/NGO/40

Amber Barth, de la OIT, presentó un resumen global sobre el empleo juvenil, señalando que la tasa de desempleo juvenil en el mundo está aumentando y existe una desigualdad en el acceso al empleo entre hombres y mujeres jóvenes.

Las otras ponencias presentaron la relación con los jóvenes y el apoyo que se les ofrece, que de otro modo permanecerían sin apoyo: personas sin hogar, drogadictos, jóvenes que abandonaron la escuela, miembros de pandillas o aquellos que tienen antecedentes penales ... Se han presentado algunas buenas prácticas en los Estados Unidos, donde el factor clave, señalado como fundamental por los ponentes fue el compromiso colectivo y la colaboración de toda una comunidad en el acompañamiento a los jóvenes en el mundo del trabajo.

Como señaló Gregg Croteau, de UTEC, los jóvenes cuyos derechos no están realmente protegidos no tienen los “airbags sociales" que en cambio sí lo tienen los jóvenes de las familias pudientes. Las familias económicamente más estables tienden a tener a sus hijos más atentos, tienen mayor estabilidad, tienen buenos educadores y amigos y muchas relaciones. “Muchos jóvenes pobres no tienen acceso a ninguna ayuda... Cuando un joven pobre se pone frente a un muro, ¿hay alguien que pueda ayudarlo?"

Muchos encuentran los programas que ofrecen la UTEC, los Salesianos, las Hermanas del Buen Pastor... pero nos  preguntamos ¿Y para el resto de jóvenes?