Mensaje del Padre Inspector en el día del Exalumno Salesiano
En el inicio de la carta, el P. Mario expresa que la misión del exalumno de Don Bosco es la de ser «sal de la tierra y luz del mundo», que se traduce «salesianamente» en ser «buenos cristianos y honrados ciudadanos», siendo agradecidos, defensores de la vida y de la familia, solidarios con los niños y jóvenes más desfavorecidos.
En otra parte, el Padre Inspector afirma que la educación recibida en los ambientes salesianos no puede ser solo un recuerdo, sino que debe convertirse en una fuerza que impulse una participación activa capaz de transformar la sociedad para hacerla más humana.
Finalmente, el P. Mario se despide con «el abrazo de Don Bosco, que vive en cada niño y joven que pisa los patios salesianos».